We celebrate Veterans Day to honor those who have served bravely and offered a tremendous sacrifice in our Armed Forces. In 1919, on the first anniversary of the end of World War I, this date was observed as Armistice Day. By 1954, the day was known as Veterans Day. It also happens to be the feastday of St. Martin of Tours, the patron of soldiers, and there is a long tradition in Europe of signing peace treaties and armistices on his day.
A Prayer for Veterans Day: “God of peace, we pray for those who have served our nation, who laid down their lives to protect and defend our freedom. We pray for those who have fought, whose spirits and bodies are scarred by war, and whose nights are haunted by memories too painful for the light of day. We pray for those who serve us now, especially for those in harm's way: shield them from danger and bring them home, soon. Turn the hearts and minds of our leaders and our enemies to the work of justice and a harvest of peace. May the peace you left us, the peace you gave us, be the peace that sustains us, the peace that saves us. Christ Jesus, hear us! Lord Jesus, hear our prayer! Amen.”
For more on St. Martin of Tours: https://www.stmartin.edu/news-and-stories/stories/our-patron-saint-saint-martin-tours
***
El Día de los Veteranos (Veterans Day) se celebra el 11 de noviembre, para honrar a quienes prestaron servicio en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
¿Por qué se celebra el Día de los Veteranos? El 11 de noviembre de 1919 se celebró el primer aniversario de la culminación de la Primera Guerra Mundial. Ese día, fue declarado por el presidente Woodrow Wilson como el Día del Armisticio, para conmemorar a quienes perdieron la vida en la Primera Guerra Mundial. Después, en 1938, el Día del Armisticio fue declarado como un feriado legal y en 1954, pasó a llamarse el Día de los Veteranos. Desde entonces durante este día se recuerda a todos los veteranos de las Fuerzas Armadas de nuestro país.
***
La Iglesia celebra hoy el memorial de San Martin de Tours. Durante una campaña militar, Martín cortó en dos su capa de soldado para salvar a un pobre mendigo de morir congelado. Este gesto llegó a ser el símbolo de un cristianismo que sabe compartir. Ordenado sacerdote por San Hilario de Tours, introdujo la vida monástica en Francia. Más tarde, ya como Obispo de Tours, creó y organizó muchas parroquias rurales y monasterios, cuyos monjes evangelizaron gran parte de las Galias en los siglos IV y V. Tours se convirtió en centro de peregrinaciones para venerar los restos de San Martín.
Oremos. “Oh Dios, ves con agrado que San Martín de Tours nos recuerde hoy que tenemos que reconocer y amar a tu Hijo en los que no tienen con qué vestirse en los hambrientos y sedientos, solos y abandonados, en los refugiados, en los pobres, y en los enfermos. Que nuestro amor llegue a ser gratuito y espontáneo, como la ternura que tú nos has mostrado en tu Hijo. Acógenos en el Reino eterno preparado para nosotros por medio de Jesucristo nuestro Señor. Amén.”