As the funeral Mass for Pope Francis concluded at St. Peter's Square this morning, the Church bid farewell to a man with a “missionary vision, human warmth, spontaneity, witness to mercy, and charisma of welcome and listening.” Those were the words of Cardinal Giovanni Battista Re, dean of the College of Cardinals, who presided over the Mass.
The wooden coffin of Pope Francis arrived at the Basilica of St. Mary Major just after 1pm local time today, completing the solemn procession from St. Peter’s Square through the streets of Rome. Crowds of faithful lined the route as the late pontiff made his final journey to the Basilica which he visited more than 100 times during his papacy. The historic Marian church will be the Pope’s final resting place, where he has been buried in a simple tomb marked only with the word “Franciscus.” Pope Francis specifically requested burial at St. Mary Major, where seven other popes have their final resting place.
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In Paradisum: “May the Angels lead you into paradise: may the martyrs receive you at your coming, and lead you into the holy city, Jerusalem. May the choir of Angels receive you, and with Lazarus, who once was poor, may you have everlasting rest.”
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Luego de una despedida multitudinaria, con 400,000 fieles de acuerdo al Vaticano, los restos del Papa Francisco fueron sepultados hoy en la Basílica de Santa María la Mayor, donde se encuentra el ícono de la Salus Populi Romani, la advocación mariana a la que el Santo Padre quería desde antes de comenzar su pontificado en el 2013.
La despedida al Papa argentino comenzó con la Misa de exequias en la Plaza de San Pedro, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Cardenal Giovanni Battista Re, y a la que asistieron unas 130 delegaciones internacionales. Después vendría el cortejo fúnebre, un recorrido de seis kilómetros entre la Basílica de San Pedro y Santa María la Mayor, donde el féretro fue recibido no sólo por las autoridades eclesiásticas, sino también por un grupo de pobres, quienes vienen a representar a las miles de personas que sintieron la misericordia de Dios a través del pontificado de Francisco.
Ahora los restos del primer Papa latinoamericano y jesuita descansan en un sencillo ataúd, esperando la resurrección de la carne prometida por nuestro Señor.
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In Paradisum: “Que los ángeles te guíen al paraíso; que los mártires te reciban en tu llegada y te lleven a la ciudad santa Jerusalén. Que el coro de ángeles te reciba, y junto a Lázaro, antaño pobre, tengas eterno descanso.”