En la Misa del domingo, vamos a celebrar la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Esta fiesta nos va a sumergir en el misterio de Dios Amor, de Dios familia, de un Dios uno y trino, tres personas y un solo Dios.
La Trinidad nos enseña que no se puede estar nunca sin el otro. No somos islas, estamos en el mundo para vivir a imagen de Dios: abiertos, necesitados de los demás y necesitados de ayudar a los demás.
***
Para reflejar antes de venir a Misa: Nuestro Dios es un Dios muy cercano a nosotros: permanece con nosotros y entre nosotros hasta el final de la historia. Él, que nos ha creado a su imagen y semejanza, nos sostiene en la existencia, nos comunica su vida divina y, por el Bautismo nos hace sus hijos e hijas. Según San Agustín: “Dios, revelando al hombre su amor, llama a los hombres a participar en su misma vida y a entrar en comunión con Él.”