Hemos llegado casi al final del tiempo Pascual y hoy contemplamos a Jesús Ascendiendo al amor de Dios, del que vino y al que pertenecer para siempre.
El mandato de Jesús y, según Él, la tarea de la Iglesia es anunciar a todos la Buena Noticia del Reino de Dios. Todos estamos llamados a ser anunciadores de Jesucristo y su Señorío. Todos estamos invitados a orar en este día y a pedir el don de la fidelidad.
Ofrezcámonos hoy y durante la semana que viene a Dios, para ser sus instrumentos. Sirviéndolo a Él y a nuestros hermanos y hermanas, podamos ser auténticos promotores de la unidad y el progreso de todos los demás.